Dos
cazoletas y una docena de hoyuelos en torno a ellas, en curiosa dispersión,
podrían haber servido de base a prácticas mágico-rituales de adivinación
durante la Edad Media.
![]() |
Rocas con aspecto de gigantesco bivalvo en cuya base se halla el conjunto de elementos. |
Semiesféricas e
idénticas, de 14 cm de diámetro, las cazoletas, y de 2-4 centímetros los hoyuelos,
se hallan en unas rocas cuya forma se asemeja a la de un enorme molusco
bivalvo, abierto hacia el Mediodia. Un curioso y espectacular conjunto de
elementos mágico-rituales que presumo destinado a las prácticas adivinatorias
medievales por sus características y situación, pues se halla en el entorno de
los asentamientos altomedievales de la Dehesilla y los Verdugales, situados a
caballo del referido arroyo, en el punto de coordenadas: 40º 52´ 48" N y
6º 30´ 2" W.
![]() |
Aspecto general del conjunto de elementos. |
Practica legendaria. La
adivinación o conocimiento de las cosas futuras se ha practicado en todos los
lugares y épocas, incluida la actual, por medio de los adivinos, brujos, magos,
médium, hechiceros, videntes, druidas, sacerdotes, oráculos, chamanes, sibilas,
pitonisas, etc., etc., personas todas ellas, hombres o mujeres, a las que se
atribuía especiales poderes provenientes de los dioses o de determinados
espíritus, buenos o malos. Todas las naciones, afirmaba Cicerón, civilizadas o
bárbaras, creen que existen indicios sobre el futuro y personas capaces de
interpretarlos por distinto tipo de técnicas.
Al parecer,
Cicerón dividía la adivinación en NATURAL, la no enseñada y que no requiere
habilidad; y ARTIFICIAL. En la natural, que incluía los sueños, el adivinador
era un sujeto pasivo cuya inspiración y consecuente predicción procedía de un
supuesto poder interior para invocar a los espíritus; mientras que la
ARTIFICIAL o enseñada basaba sus vaticinios en signos existentes en
la naturaleza o producidos por el hombre (astros, aves, viento,
fuego, movimiento del agua, arrojar huesos, piedras, figuras, palos, dados,
etc., echar suertes, analizar vísceras, etc.) que debían ser observados y
analizados por el adivinador. Una enorme variedad de métodos que unidos a una
descomunal maraña de supersticiones de los distintos pueblos tenían por objeto
predecir el futuro.
En la antigua
Grecia los adivinos eran tenidos en gran estima y asistían a las asambleas
públicas; los romanos, tenían colegios oficiales de augures y arúspices y no se
comenzaba la guerra ni se enviaba fuera colonia alguna sin consultar a los dioses.
Un estornudo, una palabra adversa, etc. podían, en momentos críticos,
constituir un presagio positivo o negativo.
Con los primeros
años del cristianismo la adivinación, en especial la NATURAL, perdió gran parte
de su poder, pues sus practicantes podían llegar a ser castigados con la pena
de muerte, pero siempre contó con numerosos adeptos, creciendo progresivamente
desde la Edad Media hasta nuestros días, en especial la nigromancia o
espiritismo debido principalmente a la curiosidad e interés de muchas personas por
conocer el futuro y al deseo de ganancia o ventaja personal de otras (la adivinación-enciclopedia católica).
![]() |
Peña y elementos en la base, vistos desde el este. |
Probable cronología medieval. Aunque
nunca podremos estar seguros de la finalidad de estos elementos,
mágico-rituales supuestamente, aparecidos en Villavieja de Yeltes, es bastante
probable que hubiesen servido a los adivinos, brujos, videntes, etc. medievales
de turno, para realizar predicciones por el llamado método artificial, quizás
arrojando sobre ellos los correspondientes huesos, piedras, u otros elementos
realizados al efecto. Como ahora ocurre con las cartas, los hoyuelos y
cazoletas existentes tendrían un significado para el adivinador ocurriéndoseme
que los dos mayores, alineados de fuera adentro de la peña, podrían representar
dos astros (el sol y la luna); dos fuerzas (el bien y el mal), dos personas
(hombre y mujer), el día y la noche o lo que es lo mismo, la luz y la
oscuridad, etc.
![]() |
Aspecto del caozo de la hoya cuyas rocas, curiosamente, se asemejan a la cabeza y manos de una tortuga. |
No hay comentarios:
Publicar un comentario