sábado, 24 de diciembre de 2011

NUEVA ROCA RITUAL EN ULACA

Aspecto de la roca desde el noroeste.
Situación. Cuando la pasada primavera de 2011 recorría la margen izquierda del río Picuezo con la intención de encontrar el molino del Conde, situado dos kilómetros al suroeste de Sotalvo, me llamó la atención una curiosa, solitaria y aplanada roca situada sobre un canchal granítico a escasos metros del cauce del río. De casi tres metros de largo, dos y medio de ancho, y uno de alto, está asentada, quizás intencionadamente, sobre tres piedras que la mantienen en sugerente posición horizontal a modo de natural altar rupestre. De forma rectangular, presenta en su parte norte tres concavidades naturales, la central de mayor tamaño, que vierten aguas hacia el norte.

Disposición del trío de piedras que sustentan la gran roca.
Dos decenas de cazoletas. Aunque cubierta de residuos milenarios, no tarde en descubrir sobre su superficie algunas inconfundibles cazoletas rituales de considerable tamaño (hasta 13cm. y 8 de profundidad)  y después otras más pequeñas hasta totalizar dos decenas: siete en la parte noroeste de la roca, nueve próximas a la concavidad noreste de la peña, y otras cuatro en la parte central de la parte este de la roca (ver gráfico).

Cuatro apiñadas determinan los puntos cardinales. De las siete primeras, cuatro se encuentran apiñadas y dirigidas a los puntos cardinales, mientras que las otras tres se disponen en ángulo obtuso a lo largo de la redondeada esquina noroeste de la roca.

Cuarteto de cazoletas orientadas a los Puntos Cardinales.
Tres conjuntos se unen por canalillos. Lo más interesante y curioso de este conjunto de este elemento son las nueve cazoletas, de distinta forma y tamaño, situadas junto a la concavidad más oriental de las tres que presenta la roca y dentro de ellas las seis que, formando conjuntos, cuentan con canalillos que las hacen desaguar en la concavidad referida. Uno de estos conjuntos, situado en la parte derecha del borde de la concavidad, lo constituyen tres cazoletas de 13, 6 y 8 cm de diámetro. 

El segundo, lo componen dos cazoletas de 6 y 12 cm de diámetro que se encuentran y desaguan en la parte este de la concavidad natural. El tercer conjunto lo forma una solitaria cazoleta de 12 cm. de diámetro cuyo canalillo vierte en el centro de la cavidad natural en un punto equidistante de donde lo hacen los otros dos conjuntos.

Las otras tres cazoletas de este grupo de nueve que no disponen de canalillos se hayan algo más alejadas del borde de la concavidad natural dispuestas entre los tres anteriores conjuntos con la aparente intención de separarlos.

Grupos de cazoletas unidas por canalillos.
Las cuatro cazoletas restantes, todas de pequeño tamaño, del tercio oriental de la roca aunque no parecen relevantes, tres de ellas dan lugar a una alineación Este-Oeste; otras tres forman un triángulo rectángulo; otras tres y una de las mayores del conjunto próximo, forman un trapecio irregular; una de ellas y otras cuatro del conjunto inmediato forman otra alineación Noreste-Suroeste, etc. Aunque debemos ser conscientes de que quizás todo lo dicho no tuvo ningún significado para aquellas gentes y que los tiros, quiero decir la intención del autor de tales cosas, fuese por otros derroteros.  

Capacidad de los conjuntos de cazoletas. Por ver si la cantidad de líquido que podían contener los tres grupos de cazoletas unidas por canalillos tenía alguna relación entre ellas, vertí agua sobre cada uno de ellos comprobando que el compuesto por tres cazoletas, desaguaba con 300 cm cúbicos; el compuesto por dos cazoletas, con 250; y el compuesto por una sola cazoleta, con 220. Luego, con independencia de su tamaño, se da una proporcionalidad entre el número de cazoletas unidas por canalillos y su volumen (más cazoletas, más volumen), lo cual, junto a su número y situación (tres en la parte oeste, dos en la este, y una en el centro), es seguro que tienen un significado mágico ritual el cual ni me atrevo a aventurar. Aunque parece obvio que se trata de uno de esos jeroglíficos destinados a la realización de predicciones y no propiamente de un altar destinado a la realización o al ofrecimiento de sacrificios. Pero sin descartar totalmente el que los líquidos utilizados para tales prácticas en vez de agua, aceites, perfumes, etc., fuese sangre procedente de prácticas cultuales cruentas quizás realizadas sobre esta misma piedra.  

También podrían tener un significado mágico religioso, como lo tuvo el “Trisquel”, las tres piedras que mantienen la roca en posición horizontal para conseguir lo que sin duda fue: una roca sagrada destina a establecer relación con sus deidades cualesquiera que fuesen.

Panorámica del lugar desde el noroeste.
Autores de la roca ritual. Queda por dar respuesta a dos cuestiones: ¿quiénes fueron los autores de tal obra, y cuándo lo hicieron?, y, a juzgar por los restos cerámicos que se observan en el camino que conduce hasta el lugar y en las escarbaduras del ganado bovino existentes en sus inmediaciones, lo más probable es que el elemento lo erigiera un grupo humano, contemporáneo al castro de Ulaca y relacionado con él, que, con una probable finalidad ganadera, se asentó en este lugar durante un indeterminado espacio de tiempo.  

En conclusión, que buscaba molinos hidráulicos, con la intención de estudiar los posibles grabados realizados en ellos por los molineros, y encontré una roca ritual, prerromana presumiblemente. Un nuevo monumento a los cultos antiguos que viene a incrementar el numeroso repertorio de elementos de este tipo con que ya cuenta la provincia de Ávila. 

  

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